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Los micronutrientes son elementos indispensables para el desarrollo normal y saludable de cualquier persona. El hierro, yodo, algunas vitaminas como la A, B1 y B2, niacina y calcio.

Carencia de Micronutrientes
La carencia de alguno ocasiona trastornos en el desarrollo y el crecimiento de los niños y en la salud de las madres gestantes. Lo ideal es que estos micronutrientes se reciban a través de la alimentación y de la fortificación de sustancias de uso universal como la sal, la harina o el azúcar.
 

La falta de yodo, por ejemplo, puede ocasionar bocio, algunos tipos de retardo mental y problemas de aprendizaje. La falta de hierro desencadena la anemia, y la falta de Vitamina A origina problemas del desarrollo e incluso ceguera.

Hay cifras preocupantes al respecto. Por ejemplo, se considera que mil seiscientos millones de personas, cerca del 30 por ciento de la población mundial, se encuentra en riesgo de padecer problemas por deficiencias de yodo; 655 millones de personas sufren de bocio y más de 50 millones tienen algún tipo de retraso mental por falta de su consumo.

Consecuencias  

. Aparición del bocio
. Anemia
. Estados gripales
. Dolores musculares
. Deficiencia de vitaminas
. Retardo mental o del aprendizaje

Tratamiento: Una de las metas en el área andina es lograr la eliminación del bocio endémico (aumento del tamaño de la glándula tiroides) en todos los países de la subregión.

Los productos de mar son muy ricos en yodo, pero no todo el mundo los tiene a su alcance. Igual sucede con los demás elementos.

Así, la estrategia número uno es la yodación de la sal, un elemento de uso universal. Cada país tiene una legislación específica en cuanto a niveles de yodación, aunque existen rangos que permiten decir que la sal que tiene entre 20 y 100 partes de yodo por millón, está dando garantía y es apta para el consumo humano. También existen sanciones para quienes no cumplan con las normas.

Programas de prevención Además de la sal, la idea es fortificar otros alimentos. Así, en algunos países ya se avanza en complementar la harina de trigo, materia prima del pan, las galletas, las pastas y otros productos.
 

Otros alimentos de consumo básico también serán fortificados, como el azúcar que debe llevar vitamina A.